¡Cómo me duele la muela del juicio!
¡Cómo me duele la muela del juicio!

¡Cómo me duele la muela del juicio!

Dolor en la muela del juicio

El dolor en la muela del juicio es una de las situaciones más desagradables que se puede vivir, ya que suele ser muy intenso y la inflamación asociada se extiende a los nervios faciales próximos, para provocar neuralgia secundaria y dolor de oídos.

El dolor en la muela del juicio también puede asociarse con infecciones de las membranas mucosas de la mejilla, la lengua, la garganta o las encías (periodontitis), hasta llegar a provocar abscesos. Y, en estos casos, lo único que se puede decir es: "¡Cómo me duele la muela!".

¡Cómo me duele la muela del juicio!

¿Por qué duele la muela del juicio?

Las muelas del juicio, o terceros molares, son las últimas en erupcionar desde la superficie de las encías, en el extremo terminal de cada semiarcada (aunque, a veces, no “salen” las cuatro). Esta erupción suele producirse al final de la adolescencia o al inicio de la edad adulta, cuando todas las demás piezas dentales definitivas llevan mucho tiempo en su lugar y ocupan la mayor parte del espacio disponible.

Por lo tanto, queda poco espacio para la erupción de las muelas del juicio y, como consecuencia, puede producirse una erupción parcial desde las encías o una colocación imperfecta (con una inclinación errónea, a menudo hacia el 2º molar). En estas dos situaciones se promueve la aparición de inflamación, periodontitis, caries (en la muela del juicio en sí o en el 2º molar) y, por supuesto, dolor.

Como ayuda para prevenir estos problemas debe aplicarse una higiene bucal regular y minuciosa, aunque, por desgracia, en muchos casos no es suficiente debido a que, por su posición tan retrasada, es difícil alcanzar la muela del juicio con el cepillo de dientes y el hilo dental. Además, cuando la muela del juicio permanece incluida parcialmente en la encía pueden formarse quistes en los tejidos circundantes, que también causan molestias.

Con todo, debe decirse que el dolor en la muela del juicio empieza en la mayoría de los casos antes incluso de verla surgir fuera de la encía, a medida que su gran corona se abre camino hacia la superficie y la rasga. En este caso, el dolor puede durar 1-2 semanas, hasta que remite por sí solo sin tener que ir al odontólogo una vez que la muela ha alcanzado su posición final.

Muela del juicio: cuándo extraerla

Si no hay dolor en la muela del juicio y no se observa ninguno de los demás problemas mencionados, no es necesario ni aconsejable proceder a su extracción, aun cuando quede parcialmente incluida en la encía o esté desplazada, dado que el riesgo de complicaciones es mayor que las posibles ventajas. Si empeora, deberías acudir al Odontólogo, ya que es el profesional indicado para decidir cuándo debe extraerse.

En general cuando una persona sufre dolor, desea que este desaparezca rápidamente. Ante un dolor en la muela del juicio antes de recurrir a la cirugía dental es preferible aliviar el dolor con fármacos tipo antiinflamatorios no esteroideos (AINE), teniendo en cuenta que la eficacia analgésica es mayor, cuanto más rápido actúe el tratamiento. Dentro de los AINE, el Ibuprofeno es ampliamente utilizado. La asociación del aminoácido Arginina al Ibuprofeno (Espididol®), hace que el complejo Ibuprofeno-Arginina, se absorbe 3 veces más rápido que el Ibuprofeno solo. Este aspecto es especialmente importante para el dolor agudo que requiere un efecto analgésico rápido. Sin olvidar otros abordajes como aplicar una compresa fría en la mejilla dolorida una vez que un odontólogo haya valorado la situación. Este mismo enfoque terapéutico es adecuado también para controlar el dolor en la muela del juicio a medida que erupciona desde la encía.

Cuando, por el contrario, la muela del juicio provoca un dolor insoportable y/o recurrente y concurren otros problemas (en particular, infecciones o quistes), la única solución es extraerla. La intervención es algo más difícil que en las demás piezas dentales, aunque en general no requiere más de 20-30 minutos y se realiza con anestesia local. Al final, a veces el odontólogo puede necesitar aplicar un par de puntos para suturar la pequeña incisión que ha sido necesaria para facilitar la extracción. También resulta útil mantener una compresa fría sobre la mejilla durante 1-2 horas.

Muela del juicio: dolor postoperatorio

La aplicación intermitente de hielo sigue siendo útil cuando cesa completamente el efecto de la anestesia, tanto para evitar pequeñas hemorragias como para controlar el dolor en la zona de la extracción.

Para controlar mejor el dolor puede tomarse un AINE por vía oral tipo Ibuprofeno-Arginina. El odontólogo y/o el farmacéutico le proporcionarán toda la información necesaria.

En general, para prevenir infecciones (alveolitis), el Odontólogo recomendará el tratamiento más adecuado en cada caso.

Otras medidas aconsejables para limitar las molestias en los 2-3 días posteriores a la extracción de la muela del juicio, consisten en: tomar comidas frescas y semisólidas (o, en cualquier caso, blandas), con poca sal, no especiadas ni ácidas; no masticar con el lado de la herida; abstenerse de fumar (que aumenta el riesgo de infección) y de ingerir alcohol; no utilizar el cepillo de dientes cerca de la herida, y enjuagarse solo con colutorio antiséptico.

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